LA FUNCION DEL ARTE/ 1
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo
llevó a descubrirla.
Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos
médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas
cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue
tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de
hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando,
pidió a su padre:
¡Ayúdame a mirar!
EDUARDO GALEANO
(El libro de los abrazos)
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