Un día como hoy...8 de octubre.... pero de 1915
nacía el bandoneonista ALBERTO MANCIONE.
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Entrevista de NESTOR PINSON
publicada en la página webb TODOTANGO.
Esta entrevista se realizó en su departamento de la calle Bartolomé Mitre 4370, 2º "J", el día 24 de enero de 1991.
Con motivo de esta nota realizada en octubre de 2003 solicité la opinión, el recuerdo de Osvaldo Requena
(nota que figura en el texto)
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ENTREVISTA A ALBERTO MANCIONE
BANDONEONISTA, COMPOSITOR, DIRECTOR
8 de octubre de 1915 - 4 de julio de 1998
Nombre verdadero: Genaro Tórtola
Mire, yo no dejé nunca la música. Hace menos de un mes terminé la temporada en El Farolito. La decadencia para el tango ya se notó firme por 1965, porque hasta un par de años antes estuve en Radio El Mundo, hice giras y después hubo que achicarse, las orquestas grandes no se podían mantener. Formé un cuarteto en 1968, para varias presentaciones, por los alrededores de la Capital y, cuando regresé para los camavales, Argentino Ledesma me propuso acompañarlo. Hicimos veintitrés shows en esos meses, después cada uno a lo suyo.»
«En realidad estudié poco, lo mío fue pura intuición. A los
quince años ya andaba dando vueltas con el bandoneón. Claro que para vivir no
daba y tuve varios empleos. Uno de ellos fue transportar y descargar carne en
las carnicerías, teníamos un recorrido fijo. Yo siempre fui robusto y me cargué
al hombro una gran cantidad de medias reses. Mi primer trabajo como músico fue
en 1934 con José Figueroa y su trío, quien también era fueyero. No tocaban
solamente tangos, hacían chacareras y otras cosas. Tenía compromisos para hacer
una gira y también, para presentarse en Radio Mitre, entonces me llamó para que
le formara un sexteto.»
«Después estuve en la orquesta de Armando Baliotti, un
tiempo con Firpo -cuando con él estaban Cayetano Puglisi, Carlos García y el
cantor era Ignacio Murillo- con José De Caro, unos meses, en una boite de
Olivos que se llamaba Las Brujas. También con Donato, cuando hubo un conflicto
y se le fueron todos los músicos, pero no llegué a grabar.»
«En 1938 me ofrecen actuar en el Palermo Palace, entonces
rápidamente formé un conjunto, lo llamé Típica Armenonville y de cantor me presentaron
a un muchacho Carlos Martel, ¿sabe quién era?... Floreal Ruiz. Esta aventura
duró lo del contrato, sólo tres meses.»
«En 1939 me asocié con otro bandoneonista, Bernardo Álvarez
y formamos la orquesta típica "Los dados blancos". Sí, es cierto, un
nombre raro. Fue una ocurrencia, mandé a confeccionar unas camisas que tuvieran
un toque de fantasía y resulta que en el costado izquierdo le bordaron unos
dados, de allí nació la idea. Estuvimos actuando unos dos años.»
"Los Dados Blancos"
«Mi representante era Julio César Curi y fue él que me
convence. Ya era hora de tener orquesta propia. Así ocurrió y el 25 de abril de
1942, Troilo y yo inauguramos el Tibidabo, estaba en Corrientes 1244. Yo en la
sección de la tarde y él a la noche, salvo los sábados que yo hacía todas las
funciones, Pichuco tenía bailes." (Esa primera orquesta estaba integrada
por Mancione, Jorge Gutiérrez, Juan Salomone y Antonio López en bandoneones.
Doroteo Guisado, Rodolfo Fernández y Casanovas, en violines, José Cimarro en
piano, Pablo Piazza en contrabajo y el cantor era Horacio Torres).»
«Estando en el Tibidabo se me va el cantor Torres. ¿Y a qué
no sabe quién viene? Floreal Ruiz, ¡sí señor! Estuvo seis meses hasta que un
día me dice: "Mirá Gordo, me llamó De Angelis, es una buena
oportunidad." Le dije que no se preocupara que yo me arreglaría.»
«Tuve buenos músicos: pianistas a José Cimarro, José Orrego,
unos meses a Juan José Paz, unos años a Osvaldo Requena, también a José
Aguilera, Arnaldo Medialdea e incluso, fue pianista uno de mis bandoneones:
Jorge Gutiérrez. Un violinista, un pibe, fue Julio Zeitlin, que luego pasó a
tocar la viola. Estudiaba medicina y cuando se recibió abandonó la música. Se
hizo de renombre en su profesión.»
«Si tengo que elegir un colega de instrumento no tengo duda,
Troilo. Habrá quienes fueron superiores técnicamente... ¡pero lo que metía el
Gordo! ¡El corazón metía!... Para mí fue el preferido. Hacía dos notitas y nos
dejaba locos.»
Orquesta Alberto Mancione
«Mire, le voy a contar algo sin pedantería. Es con respecto
a Héctor María Artola. Tocábamos en Radio El Mundo y en un intervalo él entra
al estudio, se quedó escuchando en un costado y luego se acercó y me dijo:
"Mancione, ¿qué pasa con esta orquesta?..." Y no sé -le dije-.
"¿Pero usted sabe cómo sale al aire esta orquesta?... Con un sonido, con
una fuerza, ¿qué misterio hay?" Y... ninguno, todos ponemos el corazón -le
dije- Miró los arreglos, me felicitó otra vez y se fue. Muy grato para mí.»
«En 1944 y hasta 1946, estuve incorporado al elenco de Radio
Splendid. Y desde 1948 hasta 1963, en el de en Radio El Mundo.»
«Cuando estuve en Splendid tenía mi estilo, pero más tarde
en El Mundo me di cuenta que debía cambiar, necesitaba otra tonalidad. Allí
comenzó el arreglo más pulido, el cuidado en los detalles... los años enseñan y
fue fundamental mi unión con Roberto Vallejos, porque él empezó a meter mano.
Escribía permanentemente y se llegó a una gran identificación entre todos. Mis
puntales fueron Vallejos, Mancini en el violín y los cantores Jorge Ledesma
principalmente y Héctor Alvarado. Vallejos fue mi socio artístico, la mitad de
mi repercusión en los '50 se la debo a él.»
«Mire, mi forma de ensayar era separando en grupos, los
bandoncones por un lado, las cuerdas por otro y el piano y el contrabajo en
otro lado. Le metíamos tres horas por día y cuando, más o menos, ya teníamos el
tema, recién lo tocábamos en el cabaret o en los bailes. Cuando lo sabíamos de
memoria iba a la radio y luego estaba listo para grabar.»
«Mi caballito de batalla fue "Ventarrón", el
arreglo es mío. Hoy mismo me lo piden una o dos veces. "El cencerro"
lo arregló Vallejos pero la variación es mía y algo hice en la armonización.
"El refrán" tiene arreglo de su autor: Roberto Pepe.
"Lágrimas" lo hizo Vallejos. En "La cumparsita", puse
algunas cosas, el pizzicato de las cuerdas, también las campanitas con el piano
y las variaciones.»
«Si, "Astorpia" es raro...¿no? Me lo trajo su
autor. Un amigo mío, Varela Nusotti, hincha de Piazzolla. Yo creo que la
instrumentación con la que ya vino el tango fue del mismo Astor. Yo le metí
goma, no porque estuviera mal, sino porque no se avenía a mi estilo. Igual no
llegó a convencerme. La mía es la única versión grabada.»
«¿No le gustó "Te aconsejo que me olvides"?... Sí
puede ser. Fiorentino no estaba bien. Le cuento. Él estaba en Mar del Plata y
lo llamé para que viniera a grabar, arreglamos el día y resulta que llega tarde
al aeropuerto y pierde el avión. Pero ese vuelo fue trágico porque se cayó. Ahí
nomás, en el pueblo de Cobos. Sólo se salvó una nenita. Llegó al otro día pero
muy impresionado y eso en la grabación se nota.»
«A Fiore me lo trajo Curi, fue en marzo del 50 y tuvimos
éxito. Cantaba en la orquesta pero en los bailes se ponía de solista, porque el
público se lo pedía, tenía que hacer entre cuatro o seis temas y a nosotros nos
convenía. Una noche me halagó, bajó eufórico del escenario: "Gordo, nadie
me acompañó como vos..." Dejate de embromar, ¿y Troilo y Basso y
Piazzolla? "Lo que quieras... ¡pero ninguno como vos!" Tenía conmigo
dos años de contrato, pero al cumplirse el primero se disculpó. Le habían
prometido una gira importante por Centroamérica y él quería comprar una casa
para que sus pibes tuvieran una seguridad. Al final, la gira no se realizó y
quedó en banda.»
«El país lo recorrí casi todo. Salí poco al exterior. Estuve
en el Uruguay y, en 1956, en Chile, nada más.»
Esta entrevista se realizó en su departamento de la calle
Bartolomé Mitre 4370, 2º "J", el día 24 de enero de 1991. Con motivo
de esta nota realizada en octubre de 2003 solicité la opinión, el recuerdo de
Osvaldo Requena: «Yo estuve con él unos tres años desde 1955 o 56. No fui
exclusivo de su orquesta, sí tenía prioridad cuando él me necesitaba y yo
estaba libre. Fue muy buena persona, de carácter bonachón, para nada impulsivo,
y esta fue la causa que quedara un poco relegado cuando tuvo su buen momento.
La orquesta sonaba muy bien. Curi era el representante pero Mancione iba de
segunda, primero arreglaba para D'Arienzo y después lo metía a él, pudo llegar
a más.»
«Su estilo era una derivación de Troilo, mejor de Orlando
Goñi, pues al piano le indicaba que tocara con la mano izquierda ligado -como
hacía Goñi-, mientras los bandoneones tocaban stacatto cuando se marcaba el
cuatro. Y la música salía fluída, muy ágil, un sonido muy claro. También se
apoyaba mucho en el primer violín que marcaba las ligaduras, las expresiones.
Era de corregir los arreglos que le llegaban, "Ventarrón" es suyo y
tiene gran creatividad. Esto es admirable porque no tenía estudio y es muy
difícil arreglar a pura intuición. Su "La cumparsita" fue considerada
en Japón la mejor versión de todas. En los bailes se equivocaba mucho, como sí
no le diera bola, estaba en otra cosa, ahora para la radio y las grabaciones
era perfecto, no se le escapaba una.»
«¿Querés una anécdota? Fue la única vez que al Gordo lo vi
loco de bronca. Tocamos en un lugar difícil del sur, atrás de Valentín Alsina.
El cantor era Jorge Miró al que llamaban "Ojitos", porque se los
hacía a todas las mujeres, en cualquier parte, estuvieran solas o no. Mientras
cantaba durante esa actuación, le hacía "ojitos" a una chica. De
pronto aparece su compañero, un grandote, que se acercó al palco con un
martillo en la mano. El cantor no se dio cuenta cuando se lo reventó en un pié.
No le pegó más arriba porque el palco era alto. Se acabó la canción se armó un
lío bárbaro y la bronca del Gordo.»
La obra autoral de Alberto Mancione no es muy extensa: Con
letra de Ángel Di Rosa la milonga "Señores, permiso" y los tangos
"Dolor de huella" y "La luna, el cigarrillo y yo"; con
Eugenio Majul: "Pobrezas"; con Julio Curi: la milonga "Para el
pueblo" y los tangos "Lo que tú llamas amor" y "Yo te
condeno a vivir". Por último, sus instrumentales: "Moderno", en
colaboración con Roberto Vallejos, "Total", en colaboración con Juan
Salomone, "F.F." dedicado a Francisco Fiorentino y las milongas
"Canyengue y tristona" y "Fiel milonga".
Además de los ya mencionados Horacio Torres, Jorge Miró y
Floreal Ruiz, a los que sumamos a José Torres y Carlos Reyes, entre los que no
grabaron, pasaron por su orquesta y llegaron al disco: Jorge Ledesma con 18
grabaciones, Héctor Alvarado con 7, Ángel Varela con 4, Francisco Fiorentino
con 3 y Luis Correa con una.
fuente: página webb TODOTANGO.COM
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ORQUESTA ALBERTO MANCIONE.
OJOS NEGROS - JORGE LEDESMA
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